La creación de nuevas tecnologías se ve estimulada por el desentrañamiento de los misterios cósmicos

Nuestra comprensión del universo ha experimentado una revolución en las últimas décadas. Esta revolución está estrechamente relacionada con los recientes avances científicos y técnicos, creando un canal natural de retroalimentación entre ambos.

A modo de ejemplo, la red social Facebook cuenta con más de 700 millones de miembros. ¿Cómo buscar rápidamente a personas con rasgos similares y la misma profesión, pero en países diferentes? 

Superar nuevos retos técnicos es necesario para resolver enigmas cósmicos. ¿Difícil? El problema de los astrónomos es el mismo: ¿Cómo buscar entre los miles de millones de estrellas de nuestra galaxia grupos de las más antiguas, menos brillantes o de colores extraños? 

Tanto la astronomía como el tratamiento de datos en Internet se enfrentan a retos comparables porque ambos hacen uso de los ordenadores más potentes, las técnicas de búsqueda más creativas y modelos extremadamente detallados. 

Gracias a los CCD, detectores masivos e increíblemente sensibles que dieron origen a las cámaras digitales comerciales, la investigación astronómica ha pasado del estudio de unos pocos objetos al análisis de millones o miles de millones de galaxias o estrellas, siguiendo sus variaciones a lo largo del tiempo, como un cinematógrafo. A partir de la radiación que nos llega, ¿cómo podemos imaginar el interior de una estrella o de una nebulosa?  

Los astrónomos utilizan diversas energías luminosas para ver el universo; cada forma de luz ilumina diversas partes de los objetos celestes, cuyas imágenes se fusionan después en un ordenador para crear una representación tridimensional. Al igual que las tomografías computarizadas, las imágenes médicas de las entrañas del cuerpo humano también pueden producirse sin necesidad de operación gracias a métodos matemáticos y computacionales similares.